¿Qué son campañas RSC? Una persona comprometida, a veces llamada activista, es un individuo que se ve impulsado a emprender acciones directas, normalmente en el ámbito político o social. Una campaña de influencia comprometida tiene como objetivo dar a conocer a un gran número de personas un movimiento, un pensamiento concreto y la identidad de...
¿Qué son campañas RSC?
Una persona comprometida, a veces llamada activista, es un individuo que se ve impulsado a emprender acciones directas, normalmente en el ámbito político o social. Una campaña de influencia comprometida tiene como objetivo dar a conocer a un gran número de personas un movimiento, un pensamiento concreto y la identidad de marca de una empresa u organización.
Una marca que muestra su compromiso está mostrando a sus colaboradores valores humanos a la vez que deconstruye ciertos temas. No obstante, estas campañas deben gestionarse con rigor para evitar confusiones en cuanto a la imagen.
Hoy en día, hay muchos influencers comprometidos, famosos del ámbito de la música, el cine, el periodismo o la política.
En España, podemos mencionar a Carlota Bruna, Dani Rovira, Antonio Banderas, Aitana y muchos más. Todas estas personas aportan cambios y buscan tener un impacto positivo en la población. A través de sus convicciones personales, apelan a su comunidad, algunos de ellos con más de un millón de seguidores. Su método es el mismo que utilizan hoy las empresas: la concienciación.
Este año por ejemplo, la joven cantante Aitana. entrenó su tema Ni una más, para dar voz a la inseguridad que sienten las mujeres y visibilidad a las desigualdades a las que se ven expuesta de forma diaria.
¿Cómo se comprometen las marcas con las campañas?
Una marca puede, en cualquier momento, decidir integrar en su estrategia de comunicación, campañas de influencers comprometidos que promuevan varios valores bien definidos. Entre estos valores corporativos, podemos contar el bienestar, la igualdad de género, la transparencia, etc.
El objetivo de estas marcas es sensibilizar tanto a los empleados como a los clientes. Algunos construirán sus propias campañas o colaborarán con personalidades o asociaciones para crear una campaña comprometida.
Nike lanzó el año pasado dos campañas relacionadas con el movimiento Black Lives Matter o en honor al Día Internacional de la Mujer. Son dos ejemplos muy potentes del posicionamiento de una marca hacia movimientos sociales.
El aumento de usuarios comprometidos en redes sociales
Los que siempre han existido:
Los usuarios comprometidos en redes sociales pueden ser “cualquiera”. Hay varios perfiles muy definidos, como feministas, anticapitalistas, antirracistas, ecologistas, etc. A lo largo de los años, los mensajes se han transmitido a través de mítines, manifestaciones, medios publicitarios como la televisión u obras literarias.
Acompañados por el desarrollo masivo de las redes sociales, estos diferentes perfiles se han multiplicado. Hablar de ciertos temas se ha convertido en algo menos tabú y, por tanto, más fácil de asimilar por cualquier persona. Este fenómeno no ha pasado desapercibido y tanto las marcas como los influencers comprometidos han seguido muy rápidamente el movimiento.
Perfiles cercanos a los consumidores
Todos lo hemos observado; el mundo de la influencia está evolucionando. Los influencers y microinfluencers se atreven a hablar y las marcas lo han entendido. Su impacto puede ser tan fuerte como las campañas llevadas a cabo por los embajadores de asociaciones famosas.
Un ejemplo es The Hope Universe que ha lanzado a través de la plataforma de influencia Skeepers varias campañas con microinfluencers. ¿El objetivo? Dar a conocer su movimiento a favor de concienciación y la vacunación contra el Covid-19 a nivel mundial gracias a estos pequeños creadores de contenido. Con casi 400 colaboraciones con microinfluencers, la marca ha conseguido alcanzar a más de 3 millones de personas, consiguiendo así hacer llegar su mensaje a una gran audiencia.
Cuidado con el “bad buzz”
Las marcas que desean lanzar campañas comprometidas deben estar atentas a los mensajes que desean transmitir. Hoy en día, cada mensaje debe ser meticulosamente elaborado y cuidado para evitar malentendidos.
Recurrir a las agencias de comunicación no garantiza el impacto del mensaje, ya que es imposible prever todas las reacciones.
El verano pasado, con el movimiento #BlackLivesMatter, muchas marcas de moda y belleza se unieron al #Blackouttuesday para mostrar su apoyo contra el asesinato de George Floyd, especialmente en redes sociales. Sin embargo, algunos consumidores han denunciado la hipocresía de algunas de estas marcas en los comentarios de sus publicaciones. Acusan a las marcas de utilizar este evento para mejorar su credibilidad.
Al trabajar en una estrategia de marketing de influencia y especialmente con microinfluencers o nanoinfluencers, las marcas pueden esperar que el contenido sea auténtico, y es que cabe recordar que los microinfluencers (5K – 100K seguidores) deciden participar en las campañas de forma voluntaria.
Especializados en un nicho con una comunidad de seguidores que tiene los mismos intereses, auténticos gracias a sus recomendaciones transparentes y en interacción diaria con los usuarios de las redes sociales, suelen ofrecerse para acompañar a las marcas en la concienciación de causas, si estas son afines a sus luchas.
En resumen, las personas comprometidas y activistas se han hecho un hueco en la esfera digital, y es muy posible que un microinfluencer hoy se convierta en un embajador mañana.
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